Un abeto sueña con hacerse mayor y no deja de pensar en lo que podría hacer si tuviera más edad. Y así van transcurriendo los años hasta que, al fin, ha crecido lo suficiente. Los hombres se lo llevan a la ciudad y el abeto no cabe en sí de alegría; cree que le aguardan grandes cosas allí. Y efectivamente, cuando llega el día de Navidad es engalanado con todo tipo de adornos, y piensa que es el