Utilizamos cookies propias y de terceros para mostrar publicidad, contenido personalizado y ofrecer nuestros servicios. Al navegar por la web consideramos que acepta el uso de cookies. Más información
Nunca olvidare aquel día que vagaba cansado por aquellas calles de mi ciudad, fue cuando decidí sentarme en aquel tranquilo parque rodeado de arboles, simplemente a escuchar las doce campanadas de aquella iglesia que festejaba un nuevo año para todas las personas.