Tal vez con este nombre no sepas a qué obra nos referimos, pero si te digo que también se llama El columpio, sabrás inmediatamente a qué cuadro nos estamos refiriendo, pues su fama le precede.

Fue pintado al óleo por Fragonard en el siglo XVIII y actualmente se puede encontrar en la Colección Wallace, Londres.

Es una de las obras más icónicas de la época y más representativas del movimiento artístico al que pertenece. Todo empezó con el encargo del cuadro por parte de un barón muy rico y enamorado de su amante.

Podemos ver a una joven ataviada en un vestido de seda rosa que se balancea en un columpio empujado por un hombre en la sombra, seguramente su marido, mientras que otro está tumbado en la esquina inferior izquierda alargándole el brazo, posiblemente el amante.


A la izquierda, hay una estatua de Cupido que sutilmente nos demanda silencio, diciéndonos a la vez que estamos ante una escena de un triángulo amoroso entre marido, esposa y amante. Y el zapato volando por los aires es un símbolo de coquetería hacia este último.


Por último, el paisaje que envuelve a la obra está pintado hasta el último detalle sin dejar pie a la imaginación ni a los espacios vacíos. Organizar pinturas tan abarrotadas no era especialmente fácil porque se corría el riesgo de perder el punto de atención y la coherencia del movimiento.

Había visto este cuadro en alguna ocasión, pero la verdad es que nunca le había prestado mucha atención. Muy interesante lo que dices en el último párrafo acerca del paisaje, pues es cierto que es bastante extraño que el autor dedicara tanta atención al diseño del paisaje (especialmente las copas del árboles), pero lo hace de tal manera que el punto de atención sigue siendo la chica en el columpio.

¡Muy buena explicación!

Lo he visto pocas veces, pero me gusta ese aspecto obscuro que tiene

Me encanta este cuadro, pero siempre me había centrado en la chica del columpio. La verdad es que es muy curiosa la historia de todo lo que le rodea.

Que hermoso ❤