Causas, consecuencias y prevención

El acoso escolar no es un fenómeno que se esté dando recientemente, pero ha sido poco valorado por los adultos a pesar de las graves consecuencias que puede dejar en los niños y/o estudiantes. Venezuela no escapa de esta realidad y según informes de la ONU, es el segundo país con mayor incidencia en casos de bullying en Latinoamérica, con 38 casos por cada 100 mil habitantes.
Acoso

Además, el Centro Gumilla realizó un estudio en varias escuelas del país, donde se revela que 1 de cada 3 niños ha sido víctima de la discriminación o violencia en su entorno escolar y el 73% de los encuestados ha presenciado o presenció situaciones violentas dentro del plantel.

Igualmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado cifras alarmantes de niños y jóvenes que se quitaron la vida en 2012, al quedar registrados 600 mil decesos, de los cuales la mitad están relacionados con el bullying.

La psicólogo infantojuvenil Hilda Hernández explica que el bullying se considera un problema mundial cada vez más elevado y con mayor alcance, que genera muchos conflictos a nivel social y personal, donde la escuela pasa de ser un lugar de aprendizaje a un ambiente de mucha tensión y ansiedad, lo cual interfiere en el progreso de la sociedad.

Señala la especialista, que el acoso escolar es el maltrato físico o psicológico que recibe un niño de otro u otros de forma reiterada y a lo largo del tiempo, que realiza con el único fin de causar daño o de humillar y éste se lleva a cabo en el ámbito académico, especialmente en los baños o pasillos del colegio. El agresor busca imponerse ante la víctima a través de amenazas, burlas, apodos denigrantes, agresiones y exclusión para volverlo más vulnerable.

Éste es un fenómeno grupal -explica la doctora- donde el agresor ataca a la víctima con el apoyo de los espectadores, quienes por miedo o complicidad observan pasivamente lo que sucede. “El agresor no siente empatía, por lo que no entiende lo mal que puede sentirse la víctima y por ende no siente culpa, mientras que el acosado se culpa de lo que le sucede y se llena de temores”, recalca.

La psicólogo resalta que es necesario evaluar los modelos educativos y los tipos de crianzas que reciben los niños en casa, ya que por un lado están las familias violentas, con dinámicas tóxicas que enseñan a sus hijos desde el maltrato, convirtiéndose en un modelo para el niño, y por otro lado están las familias sobreprotectoras que causan en sus hijos dependencia emocional, baja autoestima, excesiva pasividad y vulnerabilidad, por lo que muchas veces se ve el bullying como un juego o algo superficial, pero la realidad es que incluso va mucho más allá de lo que se observa en las conductas del colegio.

Las consecuencias del acoso sobre los niños o adolescentes pueden llegar a ser muy graves, ya que las víctimas sufren de daño físico y psicológico, que puede extenderse por muchos años y en algunos casos inducirlos al suicidio.

Además, señala la psicólogo Hilda Hernández, que sino se trata esta situación a tiempo los agresores tiene una alta probabilidad de cometer actos delictivos, de ser abusivos y de abandonar la escuela; por otra parte están los espectadores, que aunque se hable muy poco de ellos, también llegan a sentir mucha culpa o temor a ser agredidos.
Causas del bullying

-Entornos familiares violentos, hostiles y tensos donde el niño toma la agresividad como algo normal.

-Medios de comunicación que muestran conductas violentas, actos de racismo y prejuicios.

-Poca atención o indiferencia tanto en el ámbito escolar como familiar, donde no se aplican los correctivos necesarios.

-Uso precoz e inadecuado de la tecnología.

Tipos de acoso

Existen varios tipos de bullying -explica Hernández- y señala que pueden llevarse a cabo de forma simultánea:

Físicos: Hay empujones, golpes, agresiones con objetos, robo o daño de las cosas personales de la víctima.

Verbales: Burlas crueles, insultos, humillaciones y se resaltan características físicas del acosado.

Psicológicos: Se fomenta el temor a través de amenazas constantes.

Social: Lo aíslan o excluyen del grupo, ignorándolo o no permitiéndole participar.

Cyberbullying: A través de las redes sociales, correos o mensajes se intimida a la víctima a través de amenazas, publicación de falsas fotografías y de rumores sobre su vida personal.

¿Cómo saber si un niño es acosado?

1.- Se niega a ir al colegio; luego de que mostraba interés, repentinamente expresa rechazo.

2.- Siente miedo de estar solo.

3.- Presenta síntomas como temblores, palpitaciones y sudoración.

4.- Tiene sentimientos de culpa y se reprocha por lo que le sucede.

5.- Tiene cambios abruptos en su estado de ánimo.

6.- Sufre de ansiedad, irritabilidad, llanto fácil y depresión.

7.- Presenta mucho dolor de cabeza, malestar general, agotamiento y sensación de ahogo.

8.- Dificultad para dormir, pesadillas o insomnio.

9.- Le cuesta concentrarse y mantener la atención, mayormente baja el rendimiento escolar.

10.- Se muestra apático, muy tímido y se aísla socialmente.

11.- Llega a casa con moretones, ropa rota y sin sus objetos personales.

12.- Amenaza o intenta suicidarse.

¿Cómo prevenir el bullying?

1.- Es de gran importancia la información y la participación activa tanto de padres como de educadores para evitar la aparición de nuevos casos de acoso, por lo que es prioridad identificar los factores de riesgo que lo generan y crear un ambiente seguro.

2.- Se deben realizar campañas formativas y de sensibilidad sobre el maltrato y la violencia, haciendo énfasis en las consecuencias y el daño que ocasiona en la víctima.

3.- Hacer un esfuerzo por que exista una mayor vigilancia tanto en la entrada como en la salida de la institución, en los baños, pasillos y horas de receso, al igual que se debe fomentar el diálogo entre alumnos y educadores.

4.- Se pueden involucrar los padres y estudiantes creando equipos de seguridad y grupos especiales en contra del acoso, así como establecer responsabilidades correspondientes a conductas agresivas.

¿Dónde buscar ayuda?
La psicólogo Hilda Hernández recomienda, en primer lugar reunirse y conversar sobre lo sucedido con el educador de su hijo, dejando todo por escrito y conservar una copia con fecha y firma de recibido. Esperar un tiempo prudente para que tomen acciones y se reúnan con los padres de los niños acosadores. Además buscar apoyo con otros padres que puedan estar pasando o hayan pasado por esta situación.

Llevar al niño a un psicólogo para que le realice la evaluación y la intervención pertinente.

También puede dirigirse al Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (Cpnna), con toda la información necesaria (informes médicos y psicológicos, cartas de reunión realizada en el colegio).

Si las agresiones son muy graves y teme por la integridad física y psicológica de su hijo, es conveniente acudir a la fiscalía, lo más importante en estos casos es que actúe a tiempo.

Aunque se trata de un tema muy serio y grave, pienso que la gente no hace todo lo que podrían hacer para combatir el bullying. Está claro que suele llevarse a cabo en los colegios, pero... De verdad todos los colegios hacen algo para erradicarlo?? NO.

Conozco casos en los que una persona cercana ha sido el centro de "burlas", e incluso se ha encontrado en alguna situación no muy agradable y cuando ha ido a contarlo a los profesores, éstos no le han dado importancia. Incluso en algún momento alguno de ellos ha sido testigo de una situación así en clase y no han hecho absolutamente nada con la gentuza que los ha provocado. Incluso han hecho oídos sordos ante la petición de realizar una reunión (padres y tutor). Si esto mismo ha pasado en ese colegio, en cuántos más habrá sucedido también?

En cuanto a los críos cuya educación es escasa y se dedican a molestar, creo que sus familias podrían haberlos educado de una forma mejor. Está claro que los niños se pueden torcer y que llegará un punto en el que no harán caso, pero creo que con 10 años un padre puede controlar y prohibir cosas a sus hijos, a no ser que pase olímpicamente de lo que haga o deje de hacer. Hay gente que se cree que tener hijos es pues como un plan que te surge una tarde cualquiera y ya está, Y NO! Si tienes un hijo tienes que encargarte de él, no es tenerlo y ya. En realidad los niños no tienen la culpa, sino los padres, ya que son el ejemplo que siguen y si no es un buen ejemplo, en la mayoría de casos el resultado será desastroso.

En conclusión: En vez de hacer campañas y hablar del bullying, podrían APLICAR las cosas que dicen, no solo hablarlas y ya.

Está claro que el bullying es un problema de la sociedad cada vez más frecuente y que tanto las familias como los educadores y la sociedad en general debería poner más medios para detectarlo a tiempo.

Si alguien conoce algun caso de acoso, que se ponga en contacto conmigo.

Director del C.E.L.E. (#CELE) Proyecto para la asistencia gratuita a victimas de violencia, acoso/bullying y problemas emocionales.