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Purito gana en el Plateau su segunda etapa del Tour Publicado 16-07-2015 21:05:11
Aprovechando que la edición de hoy de Dale al Coco ha tratado sobre el Tour de Francia, os dejo esta noticia de MARCA.com sobre la victoria del español Joaquim Rodríguez.
Purito Rodríguez volvió a teñir el mítico puerto de Plateau de Beille con acento español. El ciclista del Katusha logró un sensacional triunfo en la última jornada del tríptico montañoso de los Pirineos para sumar su segunda victoria en esta edición del Tour de Francia. Por detrás llegaron los favoritos, donde no hubo diferencias pese a las intentonas de Nairo Quintana y Alberto Contador.
No hubo guerra entre los 'gallos' del corral, que nos privaron de poder ver temblar al líder. Jornada perfecta, por tanto, para Chris Froome, que da un paso grande en su lucha por ganar su segunda 'Grande Boucle'. Su equipo, el Sky, volvió a dar una exhibición en la montaña y parece difícil, cada vez más, intimidar su trono en la general.
Sin embargo, y a falta de pelea entre los 'top 10', pudimos disfrutar de una sensacional jornada montañosa que contó con todos los ingredientres que hacen grande este deporte: puertos durísimos, bajadas frenéticas, escapadas, ataques, lluvia, granizo y un vencedor como Purito. El catalán, al que muchos le daban ya por 'muerto' en este Tour donde llegó a perder cerca de 20 minutos antes de comenzar el día, resurgió regalándonos una victoria para el recuerdo.
El del Katusha, dado el margen que tenía en la general, recibió el visto bueno del pelotón cuando saltó en los primeros compases de la etapa. Él y una veintena de corredores lograron afianzar una escapada del día justo antes del comienzo del primero puerto del día, el Col de Portet-d'Aspet (2ª), que ya hizo daño en las piernas de más de uno y de dos.
En el siguiente, el Col de la Core (1ª), la fuga perdía efectivos como Kwiatkowski, que luego protagonizaría la gran resurección del día. El polaco lograba entrar antes de coronar y el descenso se lanzó para convertirse, junto a Vanmarcke y Preidler, nueva cabeza de carrera. Este último se descolgaría en el tercer puerto del día, el Port de Lers (1ª). Alli, el grupo de perseguidores quedaría muy reducido con un grupo donde brillaba la presencia de hombres importantes como Purito, Bardet, Fuglsang o Gorza Izagirre.
Un grupo que casi conecta con Kwiatkowski y Vanmarke en la cima de la ascensión, pero volvieron a perderles en el descenso. El polaco mostró su enorme talento en esta especialidad que ya dejó bien clara en el pasado Mundial de Ponferrada. Y, por detrás, todo seguía igual: Sky tirando y sin ataques. Todo o nada en Plateau de Beille, un puerto muy duro donde Kwiatkowski logró deshacerse de Vanmarcke a las primeras de cambio y mantuvo un tira y afloja contra unos perseguidores que ahora eran sólo Purito, Fuglsang y Bardet.
Purito da en el Plateau
La diferencia se reducía considerablemente con los arreones del catalán, que luego pedía colaboración a sus dos compañeros de fuga. Y, al no ver esa respuesta, decidió que ya estaba bien y se fue por su cuenta cuando aún restaban siete kilómetros para meta. Una apuesta fuerte, pero segura. El ganador del Muro de Huy la semana pasada logró quitar las pegatinas a Kwiatkowski y se lanzó a por la conquista de un puerto que ya pisaron primeros otros ilustres como Pantani (1998), Armstrong (2002 y 2004, que por cierto, hoy estuvo en el Tour) o Contador (2007). Un tremendo arreón ante el que nada pudo hacer Fuglsang, el único que se atrevió a ponerle en apuros.
Y, con esta situación en cabeza, por detrás, el baile de ataques se abría con Contador, que cambió de ritmo para probar las fuerzas de sus rivales. Luego vendría el de Nibali, pero ninguno de los dos logró abrir hueco. El Sky no se puso nervioso y con Geraint Thomas haciendo un trabajo descomunal, lograba cerrar esos pequeños espacios. Tampoco los acelerones de Valverde, que intentaba sacar de rueda al británico, pero nada. Imposible. Sólo quedaba por ver qué podría conseguir Quintana. El colombiano también se atrevió, pero una vez más, agua. Como la que caía, y de que manera, en las últimas rampas del puerto.
Froome se sumó al juego, pero tampoco sacó diferencias. Y así, con una subida algo descafeinada donde nadie logró dejar atrás a nadie, se llegó a un final de etapa que fue buena para los intereses del ciclismo español, hoy personificado en Purito. Segundo triunfo en este Tour y tercero en sus participaciones en la ronda gala. Así termina la montaña de los Pirineos, de donde sale muy reforzado Chris Froome con una ventaja más que considerable y sobre todo con la sensación de que, a poco que apriete, puede aumentar todavía más su ventaja.
Purito Rodríguez volvió a teñir el mítico puerto de Plateau de Beille con acento español. El ciclista del Katusha logró un sensacional triunfo en la última jornada del tríptico montañoso de los Pirineos para sumar su segunda victoria en esta edición del Tour de Francia. Por detrás llegaron los favoritos, donde no hubo diferencias pese a las intentonas de Nairo Quintana y Alberto Contador.
No hubo guerra entre los 'gallos' del corral, que nos privaron de poder ver temblar al líder. Jornada perfecta, por tanto, para Chris Froome, que da un paso grande en su lucha por ganar su segunda 'Grande Boucle'. Su equipo, el Sky, volvió a dar una exhibición en la montaña y parece difícil, cada vez más, intimidar su trono en la general.
Sin embargo, y a falta de pelea entre los 'top 10', pudimos disfrutar de una sensacional jornada montañosa que contó con todos los ingredientres que hacen grande este deporte: puertos durísimos, bajadas frenéticas, escapadas, ataques, lluvia, granizo y un vencedor como Purito. El catalán, al que muchos le daban ya por 'muerto' en este Tour donde llegó a perder cerca de 20 minutos antes de comenzar el día, resurgió regalándonos una victoria para el recuerdo.
El del Katusha, dado el margen que tenía en la general, recibió el visto bueno del pelotón cuando saltó en los primeros compases de la etapa. Él y una veintena de corredores lograron afianzar una escapada del día justo antes del comienzo del primero puerto del día, el Col de Portet-d'Aspet (2ª), que ya hizo daño en las piernas de más de uno y de dos.
En el siguiente, el Col de la Core (1ª), la fuga perdía efectivos como Kwiatkowski, que luego protagonizaría la gran resurección del día. El polaco lograba entrar antes de coronar y el descenso se lanzó para convertirse, junto a Vanmarcke y Preidler, nueva cabeza de carrera. Este último se descolgaría en el tercer puerto del día, el Port de Lers (1ª). Alli, el grupo de perseguidores quedaría muy reducido con un grupo donde brillaba la presencia de hombres importantes como Purito, Bardet, Fuglsang o Gorza Izagirre.
Un grupo que casi conecta con Kwiatkowski y Vanmarke en la cima de la ascensión, pero volvieron a perderles en el descenso. El polaco mostró su enorme talento en esta especialidad que ya dejó bien clara en el pasado Mundial de Ponferrada. Y, por detrás, todo seguía igual: Sky tirando y sin ataques. Todo o nada en Plateau de Beille, un puerto muy duro donde Kwiatkowski logró deshacerse de Vanmarcke a las primeras de cambio y mantuvo un tira y afloja contra unos perseguidores que ahora eran sólo Purito, Fuglsang y Bardet.
Purito da en el Plateau
La diferencia se reducía considerablemente con los arreones del catalán, que luego pedía colaboración a sus dos compañeros de fuga. Y, al no ver esa respuesta, decidió que ya estaba bien y se fue por su cuenta cuando aún restaban siete kilómetros para meta. Una apuesta fuerte, pero segura. El ganador del Muro de Huy la semana pasada logró quitar las pegatinas a Kwiatkowski y se lanzó a por la conquista de un puerto que ya pisaron primeros otros ilustres como Pantani (1998), Armstrong (2002 y 2004, que por cierto, hoy estuvo en el Tour) o Contador (2007). Un tremendo arreón ante el que nada pudo hacer Fuglsang, el único que se atrevió a ponerle en apuros.
Y, con esta situación en cabeza, por detrás, el baile de ataques se abría con Contador, que cambió de ritmo para probar las fuerzas de sus rivales. Luego vendría el de Nibali, pero ninguno de los dos logró abrir hueco. El Sky no se puso nervioso y con Geraint Thomas haciendo un trabajo descomunal, lograba cerrar esos pequeños espacios. Tampoco los acelerones de Valverde, que intentaba sacar de rueda al británico, pero nada. Imposible. Sólo quedaba por ver qué podría conseguir Quintana. El colombiano también se atrevió, pero una vez más, agua. Como la que caía, y de que manera, en las últimas rampas del puerto.
Froome se sumó al juego, pero tampoco sacó diferencias. Y así, con una subida algo descafeinada donde nadie logró dejar atrás a nadie, se llegó a un final de etapa que fue buena para los intereses del ciclismo español, hoy personificado en Purito. Segundo triunfo en este Tour y tercero en sus participaciones en la ronda gala. Así termina la montaña de los Pirineos, de donde sale muy reforzado Chris Froome con una ventaja más que considerable y sobre todo con la sensación de que, a poco que apriete, puede aumentar todavía más su ventaja.