Debido a la
"degradación del ecosistema", este murciélago ha comenzado a alimentarse de humanos.
Separados por más de 10.000 kilómetros, Brasil y Rumanía no tienen a priori muchas cosas en común, aunque un descubrimiento de científicos brasileños puede poner en serios apuros el honor rumano de tener el único vampiro del mundo que se alimenta de sangre humana,
el famoso conde Drácula.
Al personaje más famoso de la región rumana de Transilvania le ha salido competencia en el noreste de Brasil:
el murciélago de la especie Diphylla ecaudata, también conocido como murciélago-vampiro de las patas peludas o de doble escudo.
Se trata de una de las tres especies de murciélago-vampiro que hay en el mundo, todas ellas en América (entre México y el sur de Chile y Argentina) y de las que hasta ahora, solo se tenía constancia de que una de ellas se alimentaba de sangre humana.
Investigadores brasileños descubrieron que el pequeño mamífero ha pasado a alimentarse de sangre humana debido a la "degradación" en el ecosistema local causada por el hombre.
El murciélago-vampiro vive en una cueva en el Parque Nacional de Catimbau.Tras analizar unas 70 heces de la colonia de Diphylla ecaudata, de las que lograron muestras de ADN en 15, su sorpresa fue mayúscula cuando descubrieron que, además de restos de gallina, en tres de las muestras había ADN humano.La ración habitual de sangre de los murciélagos-vampiro equivale a una cucharada, que obtienen en vuelo nocturnos y ataques a grandes aves.
De la sangre de sus presas los Diphylla ecaudata procesan su principal ingrediente, la grasa. En los mamíferos como el hombre, en cambio, la sangre es más espesa y suele tener un alto contenido de proteína.
Ante la nueva situación, el biólogo Enrico Bernard asegura que "no debe cundir el pánico", si bien admite que puede tener consecuencias para la salud pública por las posibles enfermedades que transmita el murciélago, principalmente, la más grave de ellas, la rabia.
"Los murciélagos transmiten una serie de enfermedades. Si esta especie se está alimentando de sangre humana, nos enfrentamos a un problema de salud pública potencial", resalta Bernard.
En Brasil, precisamente, se registró en 2005 el mayor brote de rabia humana transmitida por murciélagos de la historia del país, en el estado de Maranhao (noreste), que acabó con 20 muertos por la enfermedad.