Hoy, os vengo a contar la increíble historia de Hugo, una persona que le encantaba recolectar flores blancas en su jardín para que éste brillara cuando el sol reflejara su luz. Un día, empezaron las obras de lo que sería un edificio tan alto y tan intimidador, que los rayos del sol no conseguían incidir en aquel albugíneo balcón. Hugo, no se dio por vencido y se le ocurrió repartir las flores por todos los rincones de su casa donde su amigo pudiera hacerlas radiar. De esta manera, el piso de Hugo se iluminó tanto que su brillo empezó a incomodar a los vecinos, los cuales, fueron ignorados por nuestro protagonista hasta tal punto, que un día de tormenta, arrancó y ahogó a las pobres flores blancas.

Yo, quiero ser astronauta #1
Yo, quiero ser arquitecta #2

Qué final tan triste :(

Pobres flores :(

Bonita metáfora

Buena historia

Ay :(

Me gustó la historia.

Ouh :(

Triste final.

Interesante.